Después del viaje a las islas Galápagos, Heyerdahl y el equipo de su expedición llevaron a cabo experimentos con instrumentos de navegación incas guara (quilla). Los experimentos mostraron que las viejas balsas de América del Sur tendrían la posibilidad de cambiar su rumbo y navegar contra el viento. Para Heyerdahl, esto confirmaba que los pueblos precolombinos de América del Sur, habrían podido navegar adentrándose en el Pacífico y regresar.